El Lazarillo de Tormes
- 2 mins "Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo."
El Lazarillo de Tormes es una de las novelas más queridas por nuestros profesores de literatura española, y como tal es ampliamente conocida en España. Para los que no la conozcan, esta novela narra las desventuras de Lázaro, un niño que se ve obligado a sufrir a diferentes amos con los que poco a poco aprende a valerse en la vida.
Los amos de Lázaro provienen de diferentes estratos sociales, con los que el autor pretende retratar su época. Así, a través de los ojos de Lázaro vamos descubriendo la corrupción del clero, la cultura de aparentar de la baja nobleza y la brutalidad de la pobreza. Este principal propósito del autor me ha llevado a no distinguir entre diferentes personajes que son referenciados de la misma forma (todos los alguaciles son el amo alguacil, por ejemplo), ya que todos forman parte del mismo macropersonaje.
En la trenza podemos descubrir como Lázaro va pasando de amo en amo. Las estancias con el ciego, el clérigo y el escudero las más desarrolladas (puedes comprobar su longitud dentro de la trenza). Además, durante el libro las acciones al borde de la ley se van acumulando, lo que hace poco sorprendente que los alguaciles aparezcan tanto al final de la novela.
Siendo una novela narrada en primera persona, es normal que las interaciones de Lázaro consigo mismo sean tan frecuentes. El orden de importancia de los amos en la grid concuerda bien con el recuerdo de los mismos en el imaginario colectivo, siendo los episodios con el ciego los más famosos.
Por último, me ha sorprendido descubrir que el fraile aparece una sola vez en toda la novela. Sin duda, la importancia que éste tiene es debido a la denuncia social que se hace a través de él, más que a su relevancia narrativa.
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